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jueves, 22 de agosto de 2013

En las calles grises la gente corre, víctima de una ciudad con prisa, una ciudad violenta, ruidosa, enojada. 
El tiempo que queda es más valioso que el pasado, pero al final termina siendo el mismo, el mismo tonto y desperdiciado tiempo.Utilizado únicamente para progresar en cosas que no son verdaderamente importantes, aunque para muchos sean prioridad. Las miradas a los ojos, las caricias... Se habla de un mundo donde el amor se perdió, se calló, se escondió.
Estaba en problemas y decidí salir de viaje un tiempo. A pasear, despejarme o esperar que me olvidaran.
 -Por favor- me dijo- no lo hagas- Yo quizás en ese momento sentí lástima o algo parecido, pero ya era tarde, mi dedo estaba a punto de presionar el gatillo y de no ser así ¿qué sería de mí? Era el lugar, la hora, la escena precisa, no podía ir para atrás.
En un mundo en que la gente teme en vez de amar. Van camino a sus trabajos, sin momento para sonrisas,para ser humanos y en vez de eso ser "alguien". Aunque todos terminemos por ser nada.
 Pensé en saludarte pero era tarde, el tren estaba apunto de partir y no podía arriesgarme a esperar el siguiente.
 Mientras limpiaba cuidadosamente la sangre y huellas que estaban por toda la habitación una sola cosa se repetía en mi cabeza "debí ser yo".
Donde el egoísmo es soberano entre todos los sentimientos y las acciones, pero esto nunca se trató de nosotros, que no seríamos nada sin el sol, sin el agua ¿Sin lo que perdimos? ¿O aún está? Es solo un recuerdo de lo que fuimos. O quizás lo que quisimos.


Clara.González.Casella

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